Sara Chaves, actriz de 24 años e hija de padres artistas, creció con el arte corriendo por sus venas. Con una carrera que comenzó en el teatro a los 10 años, Sara ya ha coleccionado papeles protagonistas en grandes musicales, actuó como corista en “La Voz Kids” (TV Globo) y ahora se enfrenta a un nuevo reto interpretando a Graciela, la protagonista de “Mundaréu de Mim”.
Nacida en São Gonçalo, en la región metropolitana de Río de Janeiro, Sara ha visto cómo su ciudad natal se convertía en una potencia en la escena artística. En un momento en que el protagonismo negro gana protagonismo, Sara reconoce los cambios, pero señala que aún queda mucho camino por recorrer.
El espectáculo “Mundaréu de Mim”, que rezuma brasileñidad, ha atraído a un público de hasta 3.000 personas por sesión al parque Água Branca de São Paulo. Con una música que mezcla ritmos brasileños y una trama centrada en el Carnaval, Sara Chaves, representante de sus raíces de São Gonçalo, es parte esencial de este espectáculo, que estará en cartel hasta el 29 de octubre.
Su trayectoria artística comenzó a una edad muy temprana. Podría contarnos cómo supo que la interpretación era su vocación?
Empecé a hacer teatro a los 10 años en São Gonçalo/RJ. Pero las oportunidades eran mayores en Río de Janeiro. Así que tuve que emigrar para conseguir mis primeros trabajos. Hice cursos de canto, teatro y danza en Niterói hasta que cumplí 18 años y entré en la facultad de artes escénicas de la CAL, donde me licencié. Siempre tuve la certeza en mi corazón de que la actuación era mi vocación, desde que estaba en la escuela. Mis padres me apoyaron durante todo el proceso, me llevaron a todos los cursos y fueron los principales valedores de mi sueño.
Usted interpreta a la protagonista Graciela en el espectáculo “Mundaréu de Mim”. Qué representa para ti el personaje y cuál es el mensaje central del espectáculo?
Graciela me devolvió a la infancia. Nos parecemos en muchas cosas. Me gusta decir que Graciela siempre ha estado en mí y que he ido descubriendo a esta niña de 10 años con cada escena. Es mi primera protagonista real y siento que estoy representando tantas historias y experiencias de niños negros. Graciela creció sin conocer a su padre, queriendo vivir una gran aventura carnavalesca y, con ello, comprenderse a sí misma. Es extremadamente madura para su edad. El espectáculo introduce el tema de la muerte a muchos niños de forma ligera, divertida y lúdica. Mundaréu de Mim es un espectáculo sobre la nostalgia, la muerte y el carnaval. Todos los años, durante el Carnaval y el Miércoles de Ceniza, las personas que se han ido a otro plano-pero no han muerto- “se vuelven nostálgicas” y pueden volver a caminar entre los vivos, ya que no serán vistas entre la multitud y los disfraces.
¿Cómo ve el panorama artístico y cultural en São Gonçalo, Río de Janeiro? ¿Existen iniciativas para fomentar el arte y las oportunidades de crecimiento para los jóvenes talentos?
São Gonçalo tiene una importancia inmensa para mí, donde se formó mi personalidad, donde empezó todo. Siempre digo que con los proyectos artísticos creciendo cada vez más, creo que en el futuro podría ser la ciudad que más estrellas revele. Se están produciendo cambios en cuanto al acceso a la cultura en la ciudad. Actualmente, veo más iniciativas para fomentar el arte, escuelas de teatro creándose, grupos y compañías consolidándose, veladas y eventos gratuitos para el público gonçalense, incluso en el Teatro Municipal de São Gonçalo. Cada vez hay más oportunidades para que los jóvenes gonçalenses se especialicen, incluso en teatro musical, como el curso de Gabriel Engel en el centro de São Gonçalo. Hoy veo más posibilidades en la ciudad en comparación con cuando empecé.
La lucha por una mayor diversidad y representación en el teatro es un tema importante. A qué retos se ha enfrentado o ha sido testigo en la industria teatral y qué consejo daría a otros artistas que se enfrentan a problemas similares?
Como actriz negra me he enfrentado a muchos retos, sobre todo en lo que respecta a los castings. A menudo he oído que ciertos personajes tenían que ser interpretados por personas blancas, hasta el punto de que no podía presentarme a una audición debido a mi “perfil”. Por desgracia, sé que seguiré sufriendo mucho en esta vida. El consejo que siempre doy y tengo para mi vida es: ¡Estudia! ¡Pero estudia mucho! Porque no basta con ser bueno, hay que ser excelente, para que un jurado y/o una producción elijan a una persona negra para formar parte de su obra. Nosotros [los negros] siempre tendremos que demostrar que somos dignos de estar en algún sitio o de tener un papel (protagonista o no), ya sea en el teatro o en el audiovisual. “Mientras el color de tu piel sea más importante que el brillo de tus ojos, habrá guerra”. Bob Marley. Estudiemos para ser la primera opción para un personaje, no por el color de nuestra piel porque “la diversidad vende”, sino por nuestro talento.
“Mundaréu de Mim” es un espectáculo que celebra la brasileñidad y el carnaval. Cómo influyen la música y la cultura brasileñas en su actuación y su trabajo artístico?
Mundaréu mezcla diferentes ritmos brasileños como el frevo, el maracatu, la samba, el coco y el axé. En el proceso, el director musical Gui Leal dice que “todo empieza con ijexá”. Creo que la música y la cultura brasileñas influyen en el trabajo corporal, en la forma de hablar y cantar en cada escena, en los matices del texto. Lo que hace que Mundaréu de Mim sea tan rico es que celebra Brasil, sus ritmos, fiestas, acentos, costumbres, traducciones, colores y cuerpos, sin tener que aplaudir y alabar lo que viene de fuera.
Además del teatro, ha explorado el audiovisual. ¿Puede hablarnos un poco de su experiencia en este campo y de sus futuras aspiraciones en el ámbito audiovisual?
Lo audiovisual fue una pasión que llegó a mi vida un poco más tarde. Aunque soy muy novelero y consumidor de contenidos en streaming, mi interés surgió mientras trabajaba en teatro musical. Participé en algunos cortometrajes como “Aumenta O Volume”, de Samara Gonçalves; “Viventes”, de Fabrício Basílio; “A Refeição”, de Felipe Varanda. También rodé una película musical durante la pandemia, “Poema!”, de Jay Vaquer, sobre una masacre en un colegio acomodado. Sin embargo, el primer contacto que tuve con el audiovisual fue como corista en La Voz Kids en 2019, una experiencia que me dio mucho bagaje para tantos trabajos. Actualmente estoy en proceso de audición para trabajos audiovisuales, pero seguiré con proyectos en teatro, y sobre todo teatro musical.
¿Qué artistas o figuras de la industria le inspiran más y con quién sueña trabajar o colaborar en el futuro?
Mis mayores inspiraciones y algunos de los maestros de la vida son David Herman, Cico Caseira y José Celso (que ya no están con nosotros), Lázaro Ramos, Zezé Motta, Will Smith, Viola Davis, Fernada Montenegro, Marjorie Estiano, Charles Moeller, Tauã Delmiro y, por supuesto, Duda Maia, por su ojo atento y meticuloso para el conjunto, el trabajo corporal y la dirección.
¿Cómo compagina su formación académica, sus papeles en el teatro y sus aspiraciones artísticas? ¿Cuáles son sus planes y ambiciones para el futuro?
Busqué formación académica para tener el bagaje y el estudio para enfrentarme al mercado de las artes escénicas, que tiene sus dificultades como cualquier otro ámbito, y formarme para todos los papeles y personajes posibles. Tengo la intención de seguir estudiando, terminando un postgrado para que en el futuro pueda tener opciones de caminos a seguir, además de trabajar en teatro, musicales y audiovisuales.
¿Cuál es su papel soñado, ya sea en teatro o en el sector audiovisual, y qué tipo de historias o personajes está deseando explorar?
Mi papel soñado en el teatro musical es el personaje de Little Inez en “Hairspray” y estoy deseando participar en musicales como “Once in this island”, “Hamilton”, “Fame”, “Hair”, etc. También me interesa participar en series musicales audiovisuales. Quería explorar personajes con muchas capas, intensidad y dramatismo. Pero tengo que confesar que estoy deseando trabajar en comedias y personajes. Es un reto, pero me hace mucha ilusión.
Por último, ¿qué mensaje le gustaría transmitir a los jóvenes artistas que están empezando su carrera en el mundo de la interpretación y las artes?
El mensaje que quiero transmitir a los jóvenes artistas es: estudien, lean mucho (obras, críticas, historia del teatro mundial) y no se rindan. Busquen cursos de especialización, becas, formen grupos y compañías de teatro. El camino es largo y a veces muy cansado. Pero al final merece la pena. Hacer teatro es una vocación, es un destino. Si tienes miedo, ¡adelante!
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