Rodrigo Lopes, más conocido como Caramico, es un verdadero artista polifacético. Con su racha musical viene conquistando corazones desde 2020, pero su viaje artístico comenzó mucho antes. A sus 29 años, Caramico ya incursionó en la televisión, el teatro, el doblaje y hasta la dirección cinematográfica.

Licenciado en Radio y TV, trabajó para TV Fama, en RedeTV!, donde realizó memorables entrevistas, como la de la cantante Demi Lovato. En el teatro actuó en varias obras, entre ellas “Otelo, el moro de Venecia” y “Peter Pan”.

Sin embargo, fue durante el aislamiento impuesto por la pandemia que Caramico redescubrió su pasión por la música y comenzó a componer. Con la ayuda de su amigo de la infancia, Vicente, y el productor Carlos Bechet, ahora trabaja en su primer álbum de autor, que promete ser un emotivo trabajo de nueve temas, cada uno de los cuales cuenta un capítulo de la historia de Caramico durante la pandemia.

Suas músicas, como “Viver é Meu Presente,” “Fique Zen” e “Não Importa o Lugar,” lançadas em plataformas de streaming e em seu canal oficial no YouTube, abordam temas contemporâneos, incluindo a solidão e os desencontros, com múltiplas interpretações De amor.

Además, Caramico lanzó su primer EP de material nuevo, “Só Lidando”, en septiembre de 2022, con tres temas originales que exploran sus vivencias durante los interminables días de la pandemia.

En 2023, en el primer año de su andadura musical, amplió aún más su presencia con el proyecto “Sessions” en su canal de YouTube, donde realiza reinterpretaciones acústicas y en vivo de sus canciones y clásicos de MPB. Y no se detuvo ahí, lanzando su segundo EP, “Diz Em Canto”, con tres temas originales.

Actualmente, Caramico también comparte sus conocimientos como profesor de teatro en São Paulo, demostrando que su pasión por las artes es verdaderamente multifacética y completa. Este es solo el comienzo de un viaje que promete aún más éxitos y noticias emocionantes.

Rodrigo, tienes una carrera multifacética, pasando por la radio, la actuación, el doblaje y ahora la música. ¿Cómo equilibras todas estas pasiones artísticas?

Equilibro todas estas pasiones porque se complementan… una inspira a la otra, termina contemplando a la otra. Cuando me expreso, termino dando rienda suelta a diferentes partes de mí y eso, a la vez, termina complementando mi trabajo. Como actor tengo la sensación de que puedo hacer crecer mi trabajo como cantante y viceversa. Todos mis aspectos me hacen crecer como artista. Tengo esta necesidad de expresarme en todos estos lugares, así como en otros multiartistas que también me inspiran. Creo que cuando tiene sentido, que no es algo que se hace por el simple hecho de hacerlo, podemos manejarlo, hace que esta expresividad suceda. Ella es parte de lo que somos.

Su recorrido en la música comenzó durante el aislamiento impuesto por la pandemia. ¿Qué te inspiró a empezar a componer y explorar esta área?

Lo que me inspiró fue el aislamiento social por la pandemia. Un momento muy difícil para mí y para mucha gente. Una fase de angustia, dudas, muchos miedos y además, además de la necesidad de expresar mis sentimientos, se dio el contexto de que se pararon todos mis trabajos como profesional, se paró el entretenimiento. Fue un momento para entender el movimiento artístico y lo que podía hacer en ese momento por una necesidad expresiva. La guitarra fue mi compañera, la música y la composición funcionaron casi como un proceso terapéutico. Encontré la respuesta a lo que podía hacer en ese momento a través de la composición.

El nombre artístico “Caramico” es bastante singular y tiene un significado especial para ti. ¿Podrías contarnos un poco más sobre cómo surgió ese nombre y qué representa para tu carrera?

Caramico, sin duda, es un nombre muy especial. Surge de una necesidad de entenderme a mí mismo como un nuevo artista. Siempre utilicé a Rodrigo Lopes en mi trabajo como actor y doblador, pero en este nuevo momento en el que estaba componiendo nuevas canciones y viéndose nuevamente como cantante, necesitaba un cambio drástico, que representó esta transformación. Siempre me han encantado los nombres únicos como Djavan, Emicida, Jão… Siempre me han gustado los nombres únicos. Caramico siempre ha estado ahí, es uno de mis apellidos. No lo miraba mucho porque en la infancia sufrí cierto bullying, pero entendí que eso era exactamente lo que necesitaba, traer eso como una identidad. Soy esta persona híbrida, que al principio puede resultar difícil de entender, incluso como el propio nombre, a veces mal escrito, pero que luego me hace quien soy, me hace único, diferente. Es un nombre que dondequiera que voy y lo digo, termino etiquetando a la gente. Estoy muy orgulloso de eso, porque es de mi familia, es de mi madre, que siempre animó mi trabajo, me inspiró. Entonces es especial por todo eso. Por representar lo que soy y por, de hecho, fortalecer esa imagen para que no tenga dudas ni miedos sobre ese nombre.

Estás lanzando tu primer álbum de autor, que aborda tu experiencia durante la pandemia. ¿Podrías darnos una idea de lo que los oyentes pueden esperar de este álbum y los mensajes que trae?

Este último lanzamiento, el EP Diz Em Canto, habla mucho con mi otro EP, Só Lidando, que trae toda esa vibra de soledad pero, al mismo tiempo, desencanto. El título es una broma, en el sentido de inducir a la gente a desencantarse del canto. Creo que eso dice mucho sobre de qué se trata este trabajo y qué puede esperar la gente de él. Dice mucho de este lugar en el que estuvimos durante la pandemia, pero no solo, lugares en los que nos encontramos durante la vida, donde tenemos dudas, donde nos frustramos, pero donde vemos que estas frustraciones se convierten en inspiraciones. En varias ocasiones nuestras expectativas no se cumplen, pero es a través de esta puerta cerrada que otras se abren y eso es exactamente lo que me pasó a mí. Fue a partir de mis frustraciones que comencé a verme como compositor, Yo hice mis canciones y gracias a eso estoy aquí dando esta entrevista. Creo que el álbum habla mucho de eso… de lidiar con la soledad y las frustraciones y cómo lidiar con eso.

Al comienzo de tu carrera musical, lanzaste varios temas, entre ellos “Viver é Meu Presente”, “Stay Zen” y “Não Importa o Lugar”. Cada uno de ellos aborda diferentes aspectos de la vida. ¿Puedes contarnos más sobre el proceso creativo detrás de estas canciones?

El proceso creativo es muy variado. Cada canción tiene su historia y su proceso. No tengo un método que utilice para todo. Siento que descubro la música, me abro a las posibilidades y me dejo llevar por lo que significa la música, como si la estuviera puliendo y encontrándola en alguna parte. Por supuesto, este momento siempre está conectado con alguna inspiración, ya sea de la vida cotidiana o de algún hecho que me pasó y la vibra en la que estoy.

Caramico

El EP “Só Lidando” también supuso un hito importante en su trayectoria musical. ¿Cómo representa este proyecto tu evolución artística y emocional a lo largo de la pandemia?

Representa mucho de mi evolución artística y emocional. Las dos cosas van juntas. En las canciones de Só Lidando puse mucho de mi proceso emocional y del proceso de maduración de algunas ideas que tuve durante la pandemia. Lidiar con la soledad es muy difícil, es algo que rara vez hice en mi vida y me vi obligado a hacerlo durante la pandemia y me trajo consecuencias emocionales con las que lidio hasta el día de hoy. Creo que incorporé algo de eso a mis canciones de este EP. Creo que habla mucho de mi evolución emocional y, en consecuencia, de mi evolución como artista porque las primeras canciones que saqué hablan de otro lugar, de anhelos y anhelos, de reconocer algunas cosas…, pero Só Lidando fue cuando me puse Salí a sumergirme en el corazón de lo que estaba sintiendo.

También iniciaste el proyecto “Sessions”, en el que compartes versiones acústicas y en vivo de tus canciones, así como clásicos de MPB. ¿Cómo surgió la idea de este proyecto y qué significa para ti como artista?

La idea surge de mi conexión con artistas que empezaron a hacer cosas más minimalistas e íntimas. Me trajo algo muy encantador. Fue maravilloso ver a artistas que admiraba traer este aspecto a su sonido y a ellos mismos, desde un punto de vista más íntimo, tocando en la sala de casa, en lugares que no estábamos acostumbrados a ver. También me encantó mucho la tabla de tiempos, que ya es una idea antigua, pero comencé a escuchar mucho sobre ella durante la pandemia, y luego tuve la idea de hacer algo similar, mirar más profundamente en mí y en mi lanzamiento. , que era, hasta entonces, Só Lidando. Quería traer esta idea de que quienes miran se sintieran allí, junto a mí, dentro de mi mente, haciendo una metáfora… esto tiene mucho que ver con el proyecto Só Lidando. Y traer algunas reinterpretaciones de MPB es una forma de mostrarle a mi audiencia los artistas que admiro, que son inspiración para mi sonido. Invité a artistas maravillosos a tocar conmigo y fue increíble. La primera vez traje algunas versiones de mis canciones en vivo, donde el público puede ver todo de manera íntima, como si estuviéramos muy cerca.

En el EP “Diz Em Canto”, publicaste canciones como “A Inspiração”, “Dia Adia” y “Uma Trégua”. Cada título parece transmitir un mensaje profundo. ¿Puedes contarnos sobre el significado detrás de estas pistas?

La idea de estos nombres e incluso del orden de las canciones es la idea de un yo lírico, un personaje, que vive pruebas, el viaje mismo del héroe, con un principio, un desarrollo y un final. Al principio tenemos A Inspiração, luego Dia Adia, que trata los conflictos, donde percibe ese conflicto, y luego A Trégua. Y fíjate que no tiene resolución. Sólo hay una tregua. Básicamente, se cansa y pide ese tiempo, lo que le permite seguir viendo su viaje. Este viaje, por cierto, será un proceso eterno. Esta búsqueda de algo que cada hora nos entendamos dentro de un proceso individual. Las canciones hablan mucho de todo esto.

Además de música, también ejerces como profesora de teatro. ¿Cómo influye esta experiencia docente en tu propio viaje artístico y creativo?

Esta experiencia es fundamental para mi proceso artístico. Además por supuesto de aprender mucho allí, con este intercambio con los alumnos es una forma de conectar con lo más preciado del proceso educativo. Esto me hace muy feliz, me inspira, me ilumina, despierta mis ganas de composición, de proyectos… es muy inspirador seguir la trayectoria de un alumno que llega sin sentirse capaz y se va sabiendo que lo ha conseguido. Esto es sumamente inspirador porque nosotros, los artistas, nos saboteamos mucho. Por eso, ver esta motivación proveniente de un niño es muy especial. Además de todo lo que aprendo de ellos, una juventud muy poderosa y comprometida. Todo lo que aprendo es muy valioso y sin duda es fundamental para todo mi proceso creativo.

De cara al futuro, ¿cuáles son tus planes y aspiraciones como artista? ¿Qué nuevos desafíos o proyectos esperas explorar?

Estoy en un momento en el que quiero sumar personas a mi trabajo, otros artistas, asociaciones con cantantes y cantantes. También tengo la intención de sacar más canciones este año, ya tengo algunas que están en el horno, ya están compuestas y voy a entrar al estudio. Pero ahora mi objetivo es conectar con otros artistas. Hace poco participé en un festival, Hacktown, en Minas Gerais, y fue maravilloso. Esto intensificó esta necesidad de estar con otros artistas. Ya sea tocando juntos, publicando música juntos o incluso estando juntos en un espectáculo. Entonces puedo decir que estoy en ese deseo de más intercambios, sí. Y, por supuesto, tengo muchas ganas de hacer más espectáculos. Soy de São Paulo, recientemente hice mi primer show en el extranjero y es muy lindo ver que muchas otras personas en este país ya me conocen.

Sigue a Caramico en Instagram

Share.