La actriz Deborah Secco refuerza su trayectoria como defensora del autoconocimiento, la autoestima femenina y la belleza real al convertirse en embajadora y colaboradora de Mais Cabello, una marca especializada en la salud capilar basada en la ciencia y la tecnología. Deborah, quien vive con alopecia androgenética, explica que su decisión va más allá de la representación comercial: surge de su identificación personal con la causa y del deseo de ampliar el acceso a información fiable sobre un problema que afecta emocionalmente a miles de mujeres.
Para la actriz, aún persiste una separación errónea entre estética y salud, especialmente en el cuidado del cabello, uno de los primeros signos físicos de cambios hormonales, estrés y desequilibrios emocionales. Al defender la idea de que la salud capilar forma parte del cuidado integral del cuerpo, Deborah destaca el impacto del cabello en cómo las mujeres se perciben y se presentan al mundo, recalcando que la autoestima no es vanidad: es bienestar y conciencia del propio estado emocional.
Entre una intensa vida profesional, la maternidad y sus múltiples roles, Deborah afirma haber aprendido que el autocuidado debe integrarse en la rutina, y no al revés. Con prácticas sencillas y constantes, busca inspirar a otras mujeres a cuidarse de forma realista y alcanzable, demostrando que pequeñas decisiones diarias pueden transformar su relación consigo mismas. Para la actriz, este es el propósito principal: unir salud, ciencia y comunicación para que más mujeres se sientan seguras, informadas y con confianza.
Deborah, siempre te has caracterizado por hablar abiertamente sobre la autoconciencia, la belleza real y la autoestima femenina. ¿Cómo se relacionan estos valores con el propósito de Mais Cabello y tu decisión de convertirte en embajadora de la marca?
Siempre he hablado abiertamente sobre mis problemas con la belleza real y la autoestima, y la alopecia androgenética forma parte de ello. Vivo con esta condición, conozco el impacto emocional que tiene y sé cuánto afecta la confianza en sí mismas de muchas mujeres.
Así que, cuando descubrí Mais Cabello, todo cobró sentido para mí. No se trataba solo del producto, sino de una salud capilar basada en la ciencia, de una comprensión real del problema.
Por eso quise convertirme en socio. No solo quería representar la marca; quería participar en el proyecto, ayudar a brindar información confiable y soluciones reales. Es una empresa que se alinea con mi trayectoria y mis valores: transparencia, atención al cliente y resultados tangibles.

Mais Cabello aúna tecnología, ciencia y cuidado humano con un único propósito. En su opinión, ¿qué les falta aún a las mujeres para comprender que cuidar su cabello es también cuidar su salud y bienestar emocional? ¿Qué importancia tiene este elemento visual específico para reflexionar sobre todo lo demás?
Creo que debemos dejar de separar la estética de la salud. El cabello no es solo una cuestión de apariencia: reacciona a las hormonas, el estrés, la dieta y la rutina. Es un indicador de lo que sucede en el cuerpo y a nivel emocional.
Cuando una mujer comprende esto, empieza a ver el cuidado del cabello como parte de un cuidado personal integral. Y el cabello influye directamente en cómo nos presentamos y nos percibimos. No se trata de vanidad, sino de información sobre nuestro bienestar general.

Entre tantos roles y etapas de la vida —actriz, madre, mujer— ¿cómo logras equilibrar la búsqueda del autocuidado con el ritmo intenso de tu carrera y el deseo de inspirar a otros a sentirse bien consigo mismos?
He aprendido que el autocuidado debe formar parte de una rutina, no al revés. Desempeño mil roles a la vez, pero todos funcionan mejor cuando me siento bien. Así que hoy priorizo hacer bien lo básico: dormir, alimentarme bien y dedicarme a unos cuantos rituales rápidos de autocuidado. Y creo que es importante mostrar esto: una mujer real, con una agenda apretada, que aún encuentra tiempo para cuidarse porque eso lo cambia todo en su día a día.

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