El Dr. Roberto Viotto , especialista en endodoncia, nos comparte su recorrido desde el inicio de su carrera hasta convertirse en un referente en estética dental. Con una visión innovadora, explica cómo el uso de laminados cerámicos ha revolucionado sus tratamientos y detalla la evolución de las técnicas y materiales que utiliza, como escáneres digitales y fresadoras de última generación, para obtener resultados estéticos superiores. En su clínica, que hoy atrae a pacientes de diferentes regiones e incluso del exterior, busca hacer más accesibles tratamientos avanzados, desarrollando materiales híbridos y utilizando la tecnología para democratizar el acceso a la estética dental.

¿Cuándo te diste cuenta de que la estética sería tu verdadera pasión en la odontología?

Me gradué en el año 2009 y comencé a trabajar en el año 2010. En aquel entonces los tratamientos estéticos eran básicamente blanqueamientos dentales y algo de reconstrucción dental con resina. Yo reconstruía un diente u otro, y la satisfacción de los pacientes al ver sus dientes más claros o restaurados el mismo día era muy gratificante. La recomendación funcionó bien, y la gente acudió a mí por recomendación, queriendo blanquear sus dientes o resolver problemas específicos con la resina. Esta experiencia fue fundamental, ya que me di cuenta de que la estética realmente podía transformar mi carrera.

¿Cuál fue tu primera experiencia trabajando con porcelana para lograr resultados estéticos superiores?

Mi primera experiencia con la porcelana con fines estéticos se limitó a uno o dos dientes, normalmente en casos de tratamientos de conducto o fracturas. En ese momento usaba carillas o coronas, pero todavía no estaba satisfecho, ya que era difícil igualar el color y la textura con los otros dientes.

¿Qué te motivó a empezar a utilizar “Laminados Cerámicos” y cómo impactó esto en los tratamientos que ofrecías en la clínica?

En 2012 descubrí, junto con mi prostodoncista, los lumineers , laminados cerámicos o “lentes de contacto dentales”, como empezamos a llamarlos. Fue un cambio de juego, ya que la porcelana se usaba para corregir uno o dos dientes, pero con los laminados podíamos transformar hasta diez dientes al mismo tiempo. Esta técnica permitió cambiar color, alineación y forma, transformando verdaderamente la sonrisa de los pacientes. Ese fue el gran momento de cambio para mí, como profesional.

¿Cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentó al pasar a tratamientos estéticos más avanzados, como ” Lumineers “?

Uno de los mayores desafíos a la hora de adoptar tratamientos estéticos más avanzados, como las lentes de contacto dentales, fue la aceptación de otros profesionales del ramo. Al ser algo nuevo, había mucha desconfianza, especialmente entre los profesores y los dentistas mayores. Entonces, el desafío inicial fue lidiar con la resistencia dentro de mi propia profesión.

¿Cómo influyó el éxito con su primer paciente y la colaboración con él como socio en la trayectoria de su clínica?

Al principio, mi clínica estaba ubicada encima de un taller mecánico en una avenida popular de São Paulo y tenía solo dos salas. Vino a verme una amiga que siempre había sido atendida por dentistas de renombre, pero padecía bruxismo y desgaste dental. Luego de realizar una transformación completa de su sonrisa, quedó impactado y asombrado, al punto de querer invertir en la clínica. Alquiló todo el inmueble, transformándolo en una gran clínica. A partir de ese momento comencé a atender pacientes de São Paulo, de otros estados e incluso del extranjero.

¿Cómo cree que su enfoque estético contribuye a transformar la vida de los pacientes más allá de la simple función dental?

En una semana o, como máximo, 12 días, podríamos transformar una sonrisa. Muchos pacientes llegaban con sobrepeso, comían mal y no se cuidaban estéticamente. Con la sonrisa transformada, fue como un “lavado de cara”; este cambio impulsó el deseo de cuidar el resto del cuerpo. Vi a muchas personas empezar a cambiar su dieta, perder peso, cuidar su cabello y su piel. Así me di cuenta de que una sonrisa puede ser el comienzo de una transformación completa.

¿Cómo ves la evolución de los materiales y técnicas en estética dental desde que empezaste?

La industria dental ha seguido el crecimiento de los tratamientos con porcelana a nivel mundial. Hoy estamos mucho más avanzados que hace ocho años, especialmente en odontología digital. Los escáneres han sustituido a las impresiones tradicionales, ofreciendo más comodidad y precisión. Disponemos de fresadoras que nos permiten hacer dientes de porcelana en un mismo día, y la porcelana se ha vuelto cada vez más traslúcida y natural. Seguramente veremos aún más avances en los próximos años, con porcelánicos más resistentes y naturales.

¿Cuáles son sus próximos pasos y objetivos en términos de innovación dentro del campo de la estética dental?

Mis próximos pasos pasan por ampliar un material híbrido que creamos en Clínica Vioto , compuesto por 60% porcelana y 40% resina. Este material es más asequible y pretende servir a las clases más bajas que no pueden permitirse el lujo de la porcelana pura. Con la tecnología digital y las impresoras 3D podremos ofrecer tratamientos estéticos a un coste mucho menor. Esto democratiza el acceso a sonrisas sanas y hermosas, ya que la sonrisa es fundamental para la inclusión social. Alguien con una sonrisa comprometida enfrenta dificultades para conseguir trabajo y tener relaciones. El objetivo de Clínica Vioto es hacer accesibles estos tratamientos a todas las clases sociales, especialmente a los más desfavorecidos.

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