La actriz y activista Jacqueline Sato está ampliando su presencia en la pantalla y, al mismo tiempo, centrándose en causas importantes. Con una amplia carrera, desde series y telenovelas hasta doblaje de anime, Sato se prepara ahora para actuar en “A História Delas”, una nueva serie de Star+, donde compartirá escena con personajes de la talla de Letícia Spiller, Cris Vianna y otros. Además de actuar, la actriz, que también es presentadora, lanzará un programa en el canal E! llamado “Mulheres Asiáticas” (Mujeres Asiáticas), centrado en la representación y celebración de la diversidad de las mujeres asiáticas brasileñas. Fuera de la pantalla, Jacqueline Sato es activista medioambiental y embajadora de Greenpeace Brasil, implicándose en causas como la protección de la naturaleza, la preservación de la Amazonia y la protección de los animales a través de su asociación protectora, House of Cats. Aprovecha su posición para sensibilizar sobre temas urgentes y dar espacio a causas esenciales.
Usted participa en proyectos muy variados, desde actuar en series a programas de televisión. Cómo compagina estos diferentes frentes creativos?
Creo que una cosa complementa a la otra, así que cuando estoy activa en un frente creativo, el otro se beneficia automáticamente. Me gusta tener libertad para experimentar de distintas maneras. Rompo “límites” internos o externos y me sorprendo a mí mismo por el camino. Intento estar presente al 100% en lo que estoy haciendo y fluir de una cosa a la siguiente, evitando las trampas de la autocarga excesiva y hacer una cosa mientras pienso en otra, o “deseo” otra.
Usted es embajadora de Greenpeace Brasil y está muy presente en el activismo medioambiental. Cómo se entrelazan el arte y el activismo en su vida y su carrera?
Son dos presencias muy fuertes e importantes para mí. No puedo vivir sin ellas. Son una parte intrínseca de lo que soy. Podría decir que ambas nacieron en mí. Desde muy joven, tanto mi inquietud por la naturaleza como mi expresión artística ya eran evidentes en mí. Y la palabra entrelazarse es genial, porque una pasa a través de la otra y ambas contienen el poder de transformar. Quizás la transformación es algo que me fascina. Hasta el día de hoy, el arte y el activismo han ido de la mano y se han entrelazado. Como artista, siempre he buscado inspiración y comprensión en la naturaleza, y como activista, intento utilizar mi expresión y mis conocimientos de comunicación para que la concienciación pueda llegar a más personas de forma clara e impactante. Siempre he intentado utilizar la visibilidad que tengo para dar voz a causas importantes y urgentes. Y en un futuro no muy lejano, quiero llevar a cabo un trabajo que una aún más ambas áreas.
Su participación en “A História Delas” parece aportar una narrativa sobre la representación femenina. Cómo es formar parte de este proyecto y cuál es su visión de la representación en la industria del entretenimiento?
Estoy muy contenta de formar parte de esta serie que, como su nombre indica, se centra en historias de mujeres. Durante muchos años, el contenido se ha centrado en relatos masculinos. Es muy bueno poder tener nuestras voces auténticamente presentes en obras audiovisuales, como es el caso de “Su historia”. Es un proyecto que se toma en serio la representatividad, que tiene sensibilidad y cuidado a la hora de elegir a cada personaje para no perpetuar estereotipos, y que tiene representatividad tanto delante como detrás de la cámara. Ha sido un inmenso placer y ¡tengo muchas ganas de verlo!
Ahora, mi opinión sobre la representación en la industria del entretenimiento es que estamos despertando. Aún queda mucho camino por recorrer, pero ya hay buenas señales de cambio aquí y allá. Desde hace algún tiempo, algunos profesionales han despertado a la importancia y la riqueza de tener pluralidad en sus repartos, equipos, guiones, todo; otros siguen repitiendo el viejo patrón. Aún queda mucho para que esta industria sea justa y acoja la multiplicidad que es la humanidad. Creo que los que ya están despiertos y son conscientes tienen que despertar a los que aún no actúan en esta dirección. Los que son conscientes tienen que unirse para lograr la transformación que es tan necesaria. Y cuando nos unimos, nos sentimos más fuertes. Me gusta recordar que los que no nos sentimos debidamente representados somos la mayoría, y estando unidos y conscientes podemos actuar juntos en pos de lo que es justo.
Hace poco estuvo en el Amazonas con Greenpeace. Podría compartir con nosotros su experiencia y qué le motivó a implicarse en la causa medioambiental?
Sí, fue una de las experiencias más transformadoras que he vivido. Siempre he estado muy conectada con la naturaleza y su protección. Creo que mi conciencia de la importancia no sólo de protegerla, sino también de encontrar formas de reducir el daño que nosotros, como humanidad, ya le hemos causado, se despertó cuando aún era una niña. Recuerdo que oí hablar de la extinción de especies y del calentamiento global e inmediatamente me di cuenta de que quería hacer algo al respecto. Estuve a punto de estudiar ingeniería medioambiental, pero mi amor por el arte y la comunicación me hizo darme cuenta de que también podía actuar a través de estas otras formas de trabajo. Y siempre he sabido cuánta influencia tienen las figuras públicas, así que elegí este camino de utilizar la visibilidad y la comunicación para ser una aliada en esta causa.
En este viaje al Amazonas, para mí, que siempre lo he defendido sin conocerlo en persona, desde lejos, siempre imaginando cómo es, me caí de espaldas cuando estuve “en él”. Es de una magnitud indescriptible. Abundancia de vida, especies, árboles infinitamente más grandes de lo que uno podría imaginar, formas de vida y de sociedad que amplían nuestra visión de la existencia. El bosque es inmenso, pero choca pensar que antes era mucho más grande. Y choca pensar que, por la codicia de unos pocos, se destruye tanta vida, con gravísimas consecuencias para toda la humanidad. Sin intervención humana, la belleza de este ecosistema funciona a la perfección, una coreografía totalmente sincronizada que emociona y hace que queramos proteger aún más este patrimonio de todos nosotros.
Me alojé en la comunidad de Tumbira, una reserva de desarrollo sostenible, que ha experimentado la transformación de sus vidas desde que forma parte del equipo que afirma con certeza que el bosque en pie es más rentable y beneficioso para todos ahora y en el futuro. Para que te hagas una idea, antes no tenían mercado, ni escuelas, ni internet. Ahora, tienen todo eso, los jóvenes reciben talleres en las más diversas áreas para mejorar sus habilidades, tienen un restaurante increíble, y sus ingresos provienen prácticamente del turismo y de la venta de productos artesanales. Es infinitamente más seguro, más satisfactorio, más sostenible y más agradable que depender de la tala de árboles, algo que desgraciadamente sigue ocurriendo en muchas comunidades.
Como presentadora del programa “Mujeres Asiáticas”, ¿qué importancia tiene destacar y dar protagonismo a las mujeres asiáticas brasileñas en los medios de comunicación?
Para mí es un cambio de paradigma. Crecí sin ver a gente que se pareciera a mí en la televisión. Esto puede crear un vacío, un dolor y una debilidad indescriptibles. La falta de representación hace que los sueños ya no se consideren posibles. Yo misma he dudado innumerables veces de si podría y sería capaz de seguir la carrera que estoy tan segura de que es mi vocación. Persistí y sigo persistiendo. Pero sé que muchas personas ni siquiera lo intentan, otras se rinden, y eso es muy triste. Luego, en las pocas situaciones en las que vemos a alguien que de alguna manera hace que nos identifiquemos con él, a menudo son los rasgos los responsables de generar esto, pero no el personaje, porque son estereotipados o tan irrelevantes para la trama que no hacen que nadie conecte realmente. Tras 12 años en el negocio, mucho observar y hablar con profesionales del sector, llegué a la conclusión de que la mejor manera (a mi alcance) de cambiar esta “visión” limitada de nosotras sería a través de un programa que pusiera delante de la cámara a mujeres reales. Tengo fe en que así la gente conocerá lo diversas que somos, y contribuiremos así a un imaginario colectivo más amplio y real de lo que son las llamadas “mujeres asiáticas”.
Usted es el fundador y Director General de House of Cats, una organización protectora de animales. Cómo inició este proyecto y qué importancia tiene para usted la protección de los animales?
Ah, este es mi proyecto más antiguo (risas). Decimos que empezó cuando traje a casa mi primera camada de gatos a los nueve años. Y desde entonces, rescatar gatos y ofrecerles hogares temporales hasta que les encontrábamos hogares permanentes y responsables se convirtió en la norma. Hasta que el vecindario empezó a admirarnos y yo, paralelamente, crecí en mi carrera de actriz, lo que hizo que se adoptaran muchos más animales. Hoy tenemos 2.425 gatos rescatados, cuidados y adoptados. Me emociono cuando me paro a pensar que son muchas vidas transformadas. La protección de los animales es algo que siempre ha vivido dentro de mí, y me alegra mucho darme cuenta de que he podido contribuir de alguna manera.
En su trabajo como actriz de doblaje en el anime “My Hero Academia: 2 Heroes”, ¿cómo es la experiencia de poner voz a personajes y cómo se prepara para esta actividad?
¡Fue genial! Me encanta doblar anime y animación en general. Podemos ser atrevidos y creativos de maneras que en otros tipos de contenido no tanto. No todo el mundo lo sabe, pero en el doblaje, a menudo llegas al estudio sin saber siquiera qué personaje vas a doblar. Lo descubres sobre la marcha. Y entonces empieza la creación. Es todo muy rápido y fluido. Según los casos, te abren primero, pero es la excepción. Por no hablar de la parte técnica, el cuidado, el calentamiento, la preparación de la voz, creo que la concentración y la espontaneidad tienen que estar muy activas a la hora de grabar. No hay una secuencia de ensayos, sólo unas pasadas y ya estás grabando. Lo que lo hace muy desafiante. Una vez que comprendí cómo es el mundo de la interpretación en la práctica, empecé a admirar aún más a los actores de doblaje.
En la serie “Los ausentes” y en otras obras, usted trata temas complejos y emocionales. Cómo se prepara emocionalmente para interpretar personajes con historias intensas?
Cada personaje requiere una preparación específica. En algunos proyectos tenemos incluso un coach de reparto. Esto es maravilloso, porque además del trabajo individual como actriz, existe este intercambio y sugerencias de ejercicios que vienen de este profesional. Siempre es el mejor de los mundos, porque puedes profundizar en diferentes puntos de vista, lo que siempre es enriquecedor. Me encanta cuando tengo la oportunidad de trabajar en producciones como ésta.
La primera lectura del guión es siempre muy importante para mí. En ella, conecto con mi intuición de forma atenta para ver qué surge enseguida. Luego hago una secuencia de ejercicios, basados en diversos métodos que he aprendido a lo largo de mis 14 años de carrera. Me gusta experimentar mucho por mi cuenta. Agotar las posibilidades que puedo encontrar por mi cuenta en la escena. Pero la verdad es que sólo nace cuando estás en relación con el “otro”. Así que memorizo las líneas de forma neutra, como aprendí estudiando a Meisner, porque para mí esa es la forma en que el texto se entierra más dentro de mí, y estoy abierto a lo que va a ocurrir en el momento de la representación. Esta manera de memorizar me deja la mayor libertad para ser realmente fluido y maleable para el “ahora”, y con la porosidad de hacer cada ensayo con el otro actor, y cada toma, de una manera única, pudiendo pasar por posibilidades sorprendentemente diferentes.
En general, intento crear esta conexión entre el personaje y yo lo más profundamente posible, comprendiendo sus motivaciones, sus mayores deseos, sus obstáculos (internos y externos), sus rasgos de personalidad (estudiar un poco de psicología siempre ayuda) y, sobre todo, sintiendo todo esto vívidamente en su cuerpo. No basta con comprender racionalmente, hay que llevarlo al cuerpo. Y hay miles de enfoques, desde el uso de ejercicios bioenergéticos hasta el BodyMindMovement, entre otros. Para cada situación elijo lo que es más apropiado y posible.
Lo guay es cuando ya estás tan cerca del texto y del personaje que ni siquiera piensas en nada más, todo está ya dentro de ti. A veces sucede más rápido, a veces requiere más dedicación. Pero sólo cuando llego a ese punto me considero “preparado”.
¿Qué mensaje o impacto espera transmitir al público con los proyectos en los que participa, como actriz y como activista?
Si el trabajo en el que participo genera reflexión y transformación en una persona, ya soy feliz. Un ser humano que se vuelve más empático y más consciente es capaz de multiplicarlo en su entorno, y así cada uno transformamos el conjunto de la manera que podemos.
Como actriz, siempre se ha tratado de amar a los seres humanos y de querer comprender y sentir más profundamente lo que todos somos. Cuando entiendes mejor al “otro”, te entiendes mejor a ti mismo. Cuando empatizas de verdad, es tan hermoso. La justicia, la bondad y la conexión se hacen más presentes.
Como activista, se trata sin duda de concienciar sobre el contexto en el que vivimos y las posibilidades que tiene cada persona de ser parte de la solución y no del problema, en la medida en que cada persona pueda en cada momento de su vida. Cualquier pequeño cambio consciente es extremadamente valioso, porque lleva a otro, y a otro, y anima a otras personas a actuar también.
Como artista polifacética, ¿cuál es el próximo gran reto que le gustaría afrontar en su carrera?
Participar en proyectos que unan mis dos pasiones: el arte y la naturaleza. Poder “contar historias” que puedan generar un impacto positivo, historias que lleven la urgencia de proteger la naturaleza como parte importante de la narrativa. Pero no sólo eso, también quiero protagonizar series y películas de las que me sienta muy orgullosa sin tener que explicar mi “existencia” en la trama porque soy amarilla.
Siga a Jacqueline Sato en Instagram