En *La Conciencia de la Humanidad: ¿La Coherencia del Mundo?*, el bioquímico y escritor Alfredo Sá Almeida analiza las múltiples crisis que azotan a la sociedad contemporánea —ambientales, éticas, políticas y sociales— y propone una respuesta basada en la construcción de una conciencia humana y colectiva. Combinando ciencia, espiritualidad y responsabilidad social, el autor argumenta que la transformación del planeta comienza por reconocer la interdependencia de todas las formas de vida y adoptar prácticas sostenibles y solidarias que restablezcan la armonía en el mundo fragmentado en el que vivimos.
El título del libro plantea una pregunta provocadora: «¿La coherencia del mundo?». En su opinión, ¿qué simboliza esta pregunta? ¿Es una invitación a la duda, a la esperanza o a la urgencia de repensar nuestros caminos?
El subtítulo del libro «¿La coherencia del mundo?» es una invitación a la esperanza y a la urgente necesidad de repensar nuestros caminos hacia el futuro. Lo cierto es que la humanidad actual aún carece de una Conciencia Colectiva Global, pues se centra esencialmente en su propia vida y en su conciencia personal, debido a diversas deficiencias (económicas, educativas, de experiencias limitadas, etc.). Ampliar horizontes es esencial. Urgente.
Vivimos en una época donde la información abunda, pero la sabiduría parece escasa. ¿Cómo cree que podemos transformar este exceso de datos en verdadera consciencia humana?
La información abundante es un factor positivo, aunque gran parte de ella es de escaso valor porque está contaminada con noticias falsas, creencias y conocimiento distorsionado. La sabiduría escasea debido a la falta de una educación que guíe la mente humana y de una investigación científica acorde con las necesidades humanas. Necesitamos formación en ciudadanía y valores humanos a lo largo de nuestra trayectoria educativa.

El libro aborda la «conciencia colectiva» como base para un futuro más equilibrado. ¿Cuáles serían los primeros pasos prácticos para despertar esta conciencia en una sociedad tan individualista?
La sociedad es altamente individualista debido al poder monetario que se ejerce sobre TODOS. Las personas se centran esencialmente en sus vidas, su Ser y en la superación personal de todas las situaciones, independientemente de los demás. Pocos saben cómo vivir en una comunidad estable con sabiduría intrínseca. Pero vivir en comunión de ideas y principios es posible y deseable con una educación específica. Tomemos como ejemplo la educación japonesa.
Usted enfatiza la importancia de la salud mental y el pensamiento crítico. En un mundo cada vez más acelerado, ¿cómo podemos cultivar la claridad sin caer en la apatía ni el pesimismo ante las crisis?
Independientemente de la aceleración mundial, el pensamiento crítico se puede enseñar y ayudar a prevenir trastornos mentales. Hay tantos temas sobre el ser humano, tanto individual como colectivo, que no se nos enseñan debido a prejuicios absurdos, lo que significa que terminamos sin estar bien preparados para la vida, ya sea individual o colectiva. Las presiones económicas son devastadoras. ¿A qué mundo queremos pertenecer: al mundo del Ser o al del Tener?

El concepto de la interdependencia de la vida —humana y no humana— ocupa un lugar destacado en el libro. ¿Cómo pueden la ciencia y la espiritualidad colaborar en esta comprensión más amplia de la existencia?
El concepto de la interdependencia de la Vida debe transmitirse a TODOS desde una edad muy temprana. La espiritualidad es muy personal, pero la Ciencia es colectiva. Deben ir de la mano, siempre que no se obstaculicen mutuamente. La existencia humana en este Planeta será crucial para un Futuro mejor para TODOS. Consulte la imagen adjunta para todas estas preguntas. Seremos los únicos con el conocimiento adecuado.

El libro propone una perspectiva ética y responsable sobre el planeta. ¿Cómo ve el papel de la educación y la cultura en la construcción de esta ética global del cuidado?
Todo lo que la humanidad ha destruido en este planeta solo nos conduce hacia un punto sin retorno. Cuando lo superemos, ¿podremos llamarnos seres humanos o simplemente podremos vivir como animales? La educación debe centrarse en la sostenibilidad de la vida y la ética global, junto con la evaluación del valor humano de cada ser humano. El valor humano es esencial para la vida de este planeta.
A lo largo de tu carrera, has pasado de la ciencia a la filosofía y la escritura. ¿En qué momento te diste cuenta de que necesitabas plasmar tus reflexiones en literatura para llegar a más gente?
Como saben, he estado inmerso en la investigación científica (tanto pura como aplicada) durante 15 años. La ciencia nos lleva a plantearnos muchas preguntas y a explorar sus interrelaciones. La bioquímica lo exige porque está directamente relacionada con los sistemas vivos. Al entrar en el mundo de la administración, aprendí a lidiar con las contradicciones de la vida, un campo de la filosofía. Como siempre he compartido todo lo que he investigado y mi comprensión de la administración, la escritura viene después.
Para el lector que experimenta las tensiones e incertidumbres de hoy, ¿cuál sería el principal mensaje que espera que despierte la conciencia de la humanidad, la coherencia del mundo?
Las tensiones e incertidumbres actuales se relacionan esencialmente con la falta de educación (en todos los ámbitos) y la falta de aprendizaje sobre la vida comunitaria y las tradiciones democráticas. La vida humana, a nivel mundial, debe ser más respetada y digna. Priorizar la educación en todos los niveles. La consciencia es la armonía interior que somos capaces de establecer, según nuestras vidas. ¡Es nuestra coherencia!
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