Incluso antes del inicio de la temporada de calor en el hemisferio norte, se han establecido récords de temperatura este año. España, por ejemplo, experimentó temperaturas en abril -38,8°C- que serían inusuales incluso en pleno verano.
El sur y sudeste de Asia han sido particularmente afectados por una ola de calor persistente, con récords de temperatura históricos registrados en países como Vietnam (44°C) y Tailandia (45°C).
Singapur tuvo un récord más modesto que también fue superado, con temperaturas alcanzando los 37°C. Y Shanghái, en China, registró la temperatura más alta en más de un siglo en el mes de mayo: 36,7°C.
Sabemos que el cambio climático hace que estas temperaturas sean más probables, pero las olas de calor de magnitudes similares pueden tener impactos muy diferentes, dependiendo de factores como la humedad o la preparación de una región para el calor extremo.