Leonardo Nobre, CEO de Mais Cabello, explica cómo la compañía transformó un mercado selecto en un ecosistema accesible y basado en la evidencia. En tan solo seis años, la marca pasó de ser una clínica local a una red reconocida internacionalmente, con el respaldo de una estrategia estratégica: precios accesibles con calidad premium, resultados naturales y estándares internacionales de seguridad, y un propósito claro: restaurar la autoestima a través de la ciencia, la innovación y la empatía genuina. En una entrevista, Nobre detalla la fórmula de este crecimiento acelerado, la expansión a nuevas áreas de salud y bienestar, y la cultura interna que mantiene a la compañía entre los líderes nacionales en trasplante capilar y tratamientos integrales.
En tan solo seis años, Mais Cabello ha pasado de ser una clínica local a una red con alcance internacional. ¿Qué factores fueron esenciales para un crecimiento tan rápido y sostenible en un mercado tan competitivo?
Cuando empezamos, el panorama era diferente: precios prohibitivos, técnicas invasivas como la FUT que aún dominaban el mercado, poca difusión de los beneficios de la FUE y una gran brecha entre el deseo de los pacientes y el acceso al procedimiento. Identificamos este punto crítico e hicimos lo obvio, algo que nadie más hacía: democratizar el trasplante capilar sin sacrificar la excelencia.
Nuestro trípode estratégico era claro y no negociable:
- Precio asequible sin sacrificar la calidad.
- Resultado consistente y natural
- Clínicas con estándares internacionales de seguridad, tecnología y experiencia.
Además, priorizamos al cliente y transformamos el marketing en una ciencia de crecimiento, comunicando accesibilidad, bajo riesgo y alto valor percibido. A esto le sumamos un flujo continuo de innovación en técnicas, productos, tratamientos y capacitación del equipo. ¿El resultado? Escalamos eficientemente y entregamos un producto que el mercado deseaba, pero al que no podía acceder.
La marca está expandiendo su alcance más allá de los trasplantes capilares, con iniciativas para una pérdida de peso saludable y productos propios. ¿Cómo equilibra Mais Cabello la innovación y la credibilidad científica en este proceso de diversificación?
Nunca hemos entendido el trasplante capilar como un simple procedimiento; para nosotros, forma parte de un ecosistema de salud, autoestima y longevidad. Tratamos la alopecia como una enfermedad, no como una oportunidad comercial. Esto lo cambia todo: requiere más estudio, más personalización y más escucha.
Mais Cabello invierte fuertemente en investigación y desarrollo, tecnología y validación científica. Cada solución se crea para abordar una necesidad real del paciente, no para crear una línea de productos listos para usar. Cuando te conviertes en un referente, la innovación llama a tu puerta primero, no al revés. Por lo tanto, para nosotros, la diversificación no es un riesgo, sino una expansión natural del conocimiento adquirido con la práctica.

El éxito de Mais Cabello también está acompañado de un sólido propósito humano: restaurar la autoestima y el bienestar. ¿Cómo se refleja este propósito en la cultura interna de la empresa y en la experiencia del paciente?
Nunca quisimos ser una clínica más. Entramos al juego para cambiar las reglas. El punto de partida siempre ha sido el dolor humano, no el procedimiento en sí. No vendemos lo que el cliente cree que quiere comprar; ofrecemos lo que realmente necesita para recuperar la confianza y transformar su historia.
Nuestra cultura interna encarna esto: honestidad radical, empatía genuina y superación de expectativas. La regla es simple: sin importar el precio pagado, el paciente siempre recibe algo mejor de lo que imaginaba. Creemos que la autoestima no es un lujo; es una herramienta de vida. Y cuando se la devuelves a alguien, no solo le brindas atención, sino que marcas un antes y un después.
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