Isabelle Riccart, con una carrera artística que floreció desde pequeña, incursionó en el camino de la actuación mientras estudiaba en la reconocida Escola Técnica Teatral Martins Peña. Con una importante trayectoria en el escenario, es reconocida en la industria del doblaje por dar vida a personajes notables, como el villano “Reeva” en la serie “Obi Wan Kenobi”, la decidida “Sarah” en “Superman y Lois”, y la heroína Eile en “The Witcher – The Origin”. Ahora, el talento de esta actriz y actriz de doblaje se verá en la gran pantalla: Isabele está lista para interpretar a Alexandra en la esperadísima película “Overman”, dirigida por Thomas Portela y cuyo estreno está previsto para 2024. Su personaje, el Gobernador Leal consejero y fiel escudero, interpretado por Otávio Müller, requirió una transformación en la mirada del artista para incorporar el papel.

Nacida en Río de Janeiro, Isabele Riccart, además de su notable carrera en el doblaje y su ingreso al mundo audiovisual, acumula una serie de actuaciones memorables en los escenarios. Destacan sus actuaciones en producciones como “Pássaro Azul, El Musical”, dirigida por Isabela Sechin (2015), y su papel destacado en “Los Mogli, El Musical” (2016 a 2019). Además, fue elogiada por su actuación en “Gota D’agua” (2019) y “Rua Azusa” (2020), siendo esta última reconocida con el prestigioso premio Bibi Ferreira. Desde 2019 también integra la “Blabonga Cia Teatral” en Río de Janeiro.

En “Overman” interpretas a Alexandra, la fiel escudera del gobernador. ¿Cómo fue la preparación para este papel y la experiencia de adoptar una nueva apariencia para el personaje?

La preparación fue breve pero intensa, desde el principio nos encargaron buscar referentes como “Monty Python” para orientar nuestro estilo de interpretación, tuvimos algunas reuniones para discutir y construir juntos la personalidad de los personajes; Tomás (director) nos dejó mucha libertad para sugerir y crear dentro de las propuestas presentadas.

El nuevo look fue interesante porque no me había visto con el cabello oscuro en años y nunca me había visto el cabello en un estilo black power, armado, fue una sorpresa porque me gustó mucho e incluso me pregunté por qué nunca lo adopté. esta mirada antes.

Mencionaste una transición capilar y cambios en tu cabello con el tiempo. ¿Cómo fue este proceso para ti, tanto a nivel personal como en relación a tu carrera?

Mi transición ocurrió cuando este término era desconocido para el público en general, pasé por la transición sin saber realmente lo que estaba haciendo, simplemente decidí romper el ciclo eterno de “relajar” mi cabello con químicos pesados, que era prácticamente la única opción. eso provocó el frizz y el cabello rizado que tenían en ese momento. Un producto que me lastimó el cuero cabelludo y en mi opinión me dejó con un aspecto apagado y sin personalidad. He estado conociendo la textura real de mi cabello ahora, hace unos 5 años, ¿no es surrealista? Pero fue casi un proceso de renacimiento, después de que comencé a entender que mi cabello no era un problema a resolver, mi perspectiva sobre muchas cosas cambió radicalmente.

A partir de tu experiencia pasada con peluquerías y salones de belleza, destacaste la importancia de encontrar un lugar donde sentirte respetado y comprendido. ¿Cómo ha influido esta experiencia en tus puntos de vista sobre el cuidado del cabello y la autoaceptación?

Vaya, esto fue fundamental para darme cuenta de que los negros no sólo merecen sino que deben exigir que se respete su cuerpo, cuando pienso en lo que viví de niña en los “salones de belleza” de la vida… los tirones de pelo, los el trato agresivo, la culpa que sentí cuando escuché que mi cabello estaba seco, enredado, “difícil de manejar”.

Cuando encontré un lugar especializado, que no sólo cuidaba mi cabello, sino que también me enseñaba a cuidarlo con mimo, se abrió un mundo nuevo en un abrazo amoroso que ni siquiera sabía cuánto necesitaba.

Isabele Riccart (Rodrigo Lopes)

Además del doblaje y tu trabajo audiovisual, tienes una extensa trayectoria sobre los escenarios. ¿Con cuál de estos entornos te identificas más o sientes que te ofrece una experiencia artística más satisfactoria?

Ah, el teatro es mi debilidad, sobre todo el teatro musical. No hay manera de comparar la experiencia escénica con la experiencia en vídeo, ambas tienen su valor, pero sería increíble que todos supieran que la experiencia teatral roza el éxtasis, tanto el hacer como el mirar, esa sinergia necesaria entre reparto, equipo técnico y audiencia para que se realice un espectáculo me encanta profundamente, es una pena que sea un arte tan infravalorado, la gente no sabe lo que se pierde.

Con apariciones destacadas en varios musicales, tienes una impresionante carrera en el teatro. ¿Cómo influye tu experiencia escénica en tu desempeño en el doblaje y el cine?

Sin duda la experiencia en el escenario es mi combustible para crear arte en otros nichos y plataformas, todo lo que aprendí y sigo aprendiendo viene de ahí, ya sea haciéndolo o viéndolo, creo que todo actor que se precie no debe alejarse demasiado. del teatro, porque hasta los perrengues son educativos.

¿Qué esperas transmitir al público con la película “Overman”? ¿Hay algún mensaje específico que creas que es importante para el espectador?

Sólo con que las mujeres negras entren en escena y ocupen un espacio de ese tamaño, ya estamos transmitiendo un mensaje muy fuerte, ¿no crees? Lo que espero es que las chicas negras me vean ahí y sepan que pueden llegar lejos, espero que se vean ellas mismas.

Isabele Riccart (Rodrigo Lopes)

Mencionaste que aprendiste a cuidar tus rizos de una manera más auténtica y que eso va más allá de lo estético. ¿Cómo influyó este descubrimiento personal en tu actuación y en la forma en que te ves a ti mismo como artista?

Fue una revolución en mi vida artística. Hubo un tiempo en el que pensé que sólo un cepillo progresivo me acercaría a lugares y posiciones importantes, hoy veo una celebración alrededor de mis rizos que nunca podría soñar. Esto transmite una sensación surrealista de libertad, como “por fin puedo dejar de perder el tiempo intentando ser algo que no soy y dedicarme de lleno a lo que importa: mi arte.

Habiendo trabajado en una variedad de producciones teatrales, ¿qué papel te ha desafiado más como actriz y por qué?

En 2019 hice un recambio que supuso un punto de inflexión en mi vida. Protagonicé el musical “Gota D’agua – Una tragedia carioca” por un golpe del destino: la actriz que interpretaría el personaje de “Joana” tuvo que irse y acepté la invitación sin pensarlo, tenía menos de 1 mes para construir mi Joana, memorizar todos esos textos en verso, muy difícil, rodearme de esa energía trágica, aparte de las canciones interpretadas en vivo. Pero funcionó, me dio resultados increíbles, un desafío que fue la inyección de ánimo que necesitaba para seguir mi camino, y a partir de esta experiencia el mundo artístico me abrió puertas que ni siquiera había soñado.

¿Cómo ves la representación femenina en la industria del entretenimiento, especialmente considerando el desarrollo de personajes fuertes y complejos como Alexandra en “Overman”?

Creo que todavía queda un largo camino por recorrer, especialmente en lo que respecta al audiovisual, especialmente si hablamos de la industria brasileña. Pero ya ha habido mejoras, las mujeres por fin empiezan a ser representadas como individuos y no como accesorios. Incluso Alexandra, que es la “sombra” del gobernador, tiene sus momentos de impaciencia, pánico, humor, falsedad y ambición, ella sabe lo que quiere en la vida y lo duro que luchó para estar donde está, es un personaje que tiene mucho que ofrecer, crecer y desarrollarse en futuras producciones, y esta posibilidad es lo que distingue a la industria hoy en día.

Finalmente, ¿cómo fue la transición del doblaje y el teatro a la actuación en cine? ¿Hay algo especial que destacarías de esta nueva experiencia?

La búsqueda de la naturalidad es sin duda el mayor reto, tanto el teatro como el doblaje nos exigen una actuación centrada en lo “grande”: los inmensos gestos, la fuerza de las palabras, todo ello tiene que incorporarse al trabajo en vídeo con mucha atención. mirada más sutil. Aunque Overman es una película de “superhéroes” sobre personajes de cómics, son personas reales, con dilemas muy humanos.

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