La investigadora Marcia Esteves Agostinho lanza el libro “¿Por qué nos casamos? Sexo y amor en la vida de dos”, de la editorial Almedina Brasil, que ofrece un abordaje multidisciplinario sobre el matrimonio y sus múltiples perspectivas a lo largo de la historia. La obra trae reflexiones sobre las razones que llevan a las parejas a asumir el compromiso matrimonial, frente a las transformaciones sociales y culturales contemporáneas.

Con un análisis profundo y sensible, el autor explora la eterna dicotomía entre naturaleza y cultura, cuestionando las motivaciones detrás de las opciones de relación, monogamia, amor y sexo. El libro se divide en tres partes, abordando la evolución del vínculo conyugal a lo largo del tiempo, discutiendo temas de actualidad relacionados con los matrimonios modernos y, por último, explorando posibilidades futuras para el matrimonio.

Marcia Agostinho, candidata a maestría y doctorado en Historia de la Universidad de Rochester, en Estados Unidos, une su experiencia académica con la dedicación a su familia durante tres décadas. Al combinar conocimientos de historia, biología evolutiva, neurociencia y psicología, el autor invita a los lectores a un viaje de reflexión sobre el amor, el compromiso y las complejidades de las relaciones humanas. La obra promete desafiar perspectivas y proponer nuevos puntos de vista sobre el matrimonio, invitando a todos a una profunda introspección sobre lo que significa estar unidos por amor.

El título del libro “¿Por qué nos casamos? Sexo y amor en la vida de pareja” ya nos trae una profunda reflexión. ¿Cuál fue la inspiración detrás de este tema y el desarrollo de la obra?

De hecho, esta es una reflexión tan profunda que terminamos por evitarla. Cada año, en Brasil, se realizan más de un millón de bodas. Casi la mitad de la población adulta del país está oficialmente casada. Aun así, pocas veces nos detenemos a pensar por qué nos casamos. Mi inspiración para escribir un libro que abordó este tema de frente fue el dilema de la carrera moderna frente a la familia. Este es un tema que interesa tanto a mujeres como a hombres. Al fin y al cabo, el discurso dominante tiende a privilegiar el éxito profesional de ambos, como si la casa fuera gestionada por robots. ¿Quién cuida a los niños? ¿Todavía hay lugar para los niños en los arreglos familiares contemporáneos? Después de todo, cada vez hay más parejas sin hijos. Más aún, ¿cómo es el cuidado de la relación conyugal? Y si el foco es el trabajo, por que nos casamos ¿Qué esperamos hoy del vínculo matrimonial?

El libro aborda la evolución del vínculo conyugal a lo largo de la historia, explorando diferentes modelos de organización social. ¿Cuáles son los principales puntos destacados en relación con los cambios y la permanencia en este contexto?

Como digo a menudo, el matrimonio evolucionó a partir del apareamiento en la especie humana. A medida que nuestra existencia se hizo más compleja, el vínculo matrimonial se hizo más sofisticado. En este proceso surgió una adaptación humana muy peculiar: la predilección por el sexo en secreto. En el libro explico que este comportamiento, tan característico de nuestra especie, es fundamental para la formación de nuestra sociabilidad. En cualquier cultura, los humanos vivimos en sistemas sociales compuestos por muchos hombres y mujeres adultos. Por lo tanto, la vida en comunidad implica incertidumbres sobre la paternidad. Pero la supervivencia de la descendencia humana hasta la edad adulta requiere la inversión del hombre y la mujer durante un largo período de tiempo. El sexo a escondidas se ha mantenido en nuestro comportamiento ya que tiene la ventaja de fortalecer el vínculo entre un determinado hombre y una determinada mujer. Al formar una pareja estable,

En las últimas décadas, hemos visto una creciente apreciación de la independencia y el individualismo, lo que ha impactado las relaciones matrimoniales. ¿Cómo ve estos cambios y cómo influyen en las decisiones de las personas sobre el matrimonio?

Cada vez tenemos menos acceso a la tradición para ayudarnos en nuestras decisiones cotidianas. Esto es parte de nuestra condición de individuos modernos. El problema es que elegir de forma autónoma es un reto muy grande para cualquiera. Necesitamos a alguien que comparta nuestras aflicciones, o que al menos se preocupe por nosotros y nos apoye cuando tomamos malas decisiones. Tradicionalmente, familiares y amigos cumplían este papel. Pero hoy en día, cuando la mayoría de la población vive en los grandes centros urbanos, tenemos menos acceso a estas personas que nos acompañaron en la infancia y la adolescencia. Tal vez por eso nos vamos a casar ahora. Ya no porque sea una obligación o una necesidad material. Sino, porque buscamos parejas que satisfagan nuestras necesidades de protección y confort emocional. Como dije en el libro, “El contrato de matrimonio no crea socios, sino parientes”. La pregunta es si los cónyuges pueden soportar las expectativas y frustraciones de individuos cada vez más exigentes.

Marcia Esteves Agostinho

Uno de los temas abordados es la relación entre el amor y el sexo en la vida de pareja. ¿Cómo exploras esta conexión y cómo puede afectar la estabilidad de las relaciones?

El amor y el sexo entran en el libro como manifestaciones de la cultura y la naturaleza sobre el comportamiento humano. Lo que encuentro particularmente interesante es cómo los dos trabajan juntos para estabilizar las relaciones de pareja. Un ejemplo de ello es la acción de ciertas hormonas, como la oxitocina, que refuerzan los vínculos afectivos. Producidas en el cuerpo estimuladas por el contacto físico, estas sustancias modulan sentimientos que el lenguaje hace inteligibles. Por los más diversos mecanismos neuronales, el amor y el sexo dan sentido a la vida en pareja. Como cantó Rita Lee, “el amor sin sexo es amistad; el sexo sin amor es voluntad”.

El libro también trata temas como la infidelidad, la ruptura y la reconciliación. ¿Cómo se abordan estos temas y qué perspectivas se presentan?

La mayoría de los matrimonios contemporáneos que terminan en divorcio han experimentado episodios de infidelidad. Unas más dolorosas que otras, raras son las experiencias de infidelidad que no resultan traumáticas, tanto para la pareja como para los hijos. Es curioso notar que hoy en día es más fácil hablar de poliamor (¿pero no de poligamia?) que de monogamia. ¿Es la fidelidad una apuesta demasiado alta, un ideal que seguramente será frustrado? ¿Bajar las expectativas, reservando ya el lugar para un tercero, alivia el dolor de no ser único del otro? En el libro abordo la infidelidad en sus manifestaciones más típicas, incluso recurriendo a estereotipos para que cierto humor alivie el dolor de quienes allí se reconocen. Al tratar el tema de la ruptura, describo cómo, en general, las expectativas frustradas, entre ellas las relativas a la fidelidad, conducir al fin del vínculo matrimonial. El libro bien podría terminar ahí. ¿Bien? ¡Sin error! Necesitamos revisar la narrativa de que el matrimonio es como un submarino, hecho para hundirse. La verdad es que el matrimonio es bueno, tanto para el individuo como para la humanidad. Pero, para poder cosechar sus frutos, necesitamos saber invertir y cuidar la relación. Por eso escribí el capítulo “Reconciliación”. Allí planteo que “reconciliarnos con quienes nos traicionaron implica –más que perdonar– restablecer los lazos íntimos que, por alguna razón, se rompieron”. hay que saber invertir y cuidar la relación. Por eso escribí el capítulo “Reconciliación”. Allí planteo que “reconciliarnos con quienes nos traicionaron implica –más que perdonar– restablecer los lazos íntimos que, por alguna razón, se rompieron”. hay que saber invertir y cuidar la relación. Por eso escribí el capítulo “Reconciliación”. Allí planteo que “reconciliarnos con quienes nos traicionaron implica –más que perdonar– restablecer los lazos íntimos que, por alguna razón, se rompieron”.

Combinas tu carrera académica con la dedicación a tu familia, siendo docente, asesora, investigadora y autora. ¿Cómo podría haber influido esta experiencia personal en el enfoque del tema del libro?

Como dije aquí al principio, la inspiración de este libro fue el dilema carrera x familia, que vi en mis alumnos, pero que, principalmente, viví como experiencia propia. Yo era ingeniero y había iniciado un camino corporativo profesional. Entonces conocí a un joven apuesto con quien me casé. Él también es ingeniero, con una carrera acelerada, siempre estábamos en movimiento. Fue así como surgió para mí la vida académica como una alternativa para conciliar familia y trabajo. Aún mejor, tendría la flexibilidad de criar a mis hijos como creía que debía hacerlo. (¡Creo que hice un gran trabajo en ese sentido!) Y el trabajo docente tiene una gran sinergia con el rol de los padres: desarrollamos la capacidad de encontrar formas simples de explicar lo que es complejo. Eso es lo que hago en este libro.

El libro utiliza varias áreas del conocimiento, como la biología evolutiva, la neurociencia y la psicología. ¿Cómo contribuyen estas ciencias contemporáneas a una visión más completa del matrimonio y las relaciones afectivas?

El matrimonio es un fenómeno intrínsecamente humano y, como tal, es extremadamente complejo. Ningún área del conocimiento por sí sola es capaz de manejar juntos los temas más simples de la vida. La naturaleza y la cultura son muy intrincadas en las experiencias conyugales. Como ingeniero químico e historiador, tuve la suerte de haber tenido una formación que me permitió moverme entre las ciencias de la naturaleza y la sociedad. Además, mi trayectoria intelectual me acercó a las ciencias de la complejidad, que aportan una visión más integradora de múltiples disciplinas. El resultado es un libro que aborda el matrimonio desde múltiples perspectivas pero aún así lo trata como un fenómeno integral.

El prefacio escrito por Deonísio da Silva enfatiza que los lectores dejarán el libro con sus emociones “desordenadas” y reorganizadas de otras maneras. ¿Cómo funciona la sensibilidad emocional de los lectores en tu obra?

¡Deonísio da Silva es un querido amigo! Su talento con las palabras es bien reconocido: fue nominado para el Premio Nobel de Literatura en 2022. Después de leer esta frase suya, sentí hasta un poco de remordimiento. ¿Debería haber desconfiado de la sensibilidad emocional de mis lectores? Es cierto que muchos de ellos han manifestado cierta incomodidad inicial (por haber “revuelto” sus sentimientos), pero pronto llega la satisfacción de poder “reordenarlos de otra manera” ellos mismos.

Al final del libro, ¿cuáles son las principales reflexiones o conclusiones a las que llegó sobre la pregunta “¿Por qué nos casamos?” y los lazos matrimoniales en nuestra sociedad actual?

Aprovecho esta pregunta para reproducir un extracto del libro. “Nosotros, sujetos “hipermodernos”, seguimos necesitados de un vínculo duradero para llenar el vacío existencial dejado por las tradiciones abandonadas. Las amistades no te llenan como necesitamos, porque no nos hacen creer que somos únicos. Es necesario un vínculo de fusión como el sexo presente en el amor conyugal. Necesitamos el tipo de vínculo que nos exige y que nos ofrece, recíprocamente, la garantía de la exclusividad, porque sólo así nos sentimos especiales. Sin exclusividad ante los ojos de quienes amamos, no nos diferenciamos de la masa amorfa de hombres y mujeres, no nos volvemos únicos. Es en la mirada distintiva del ser amado que nos sentimos seguros, porque de él emana un amor incondicional que nos da coraje para caminar una existencia significativa. El amor conyugal es más que instinto y sentimiento, es también razón y moral”. (Por qué nos casamos, p.203)

¿Cuál es el principal mensaje o aprendizaje que esperas que los lectores se lleven después de leer “Por qué nos casamos: Sexo y amor en la vida de pareja”?

Muchos lectores han comentado lo sorprendidos que estaban por tantas cosas que no sabían. Eso en sí mismo es una gran cosa para llevarse de un libro. Sin embargo, lo más importante para mí es demostrar que podemos abordar lo que nos parece difícil o problemático como el matrimonio y reorganizar nuestras ideas. ¡Hay tanto conocimiento disponible en el mundo! Basta con que estemos abiertos a escuchar lo que tienen que decir tanto las ciencias naturales como las ciencias sociales y las humanidades. Necesitamos recordar que todo conocimiento científico es provisional. Es válido mientras su poder explicativo siga siendo válido o no surja una mejor explicación. El conocimiento está ahí para que pensemos críticamente sobre las cosas que son valiosas para nosotros.

Siga a Marcia Esteves Agostinho em Instagram

Share.