En «Bajo el Acuario», la escritora Janaína Santana lleva al lector a una inmersión profunda en la vida de tres hermanas, Tina, Lena y Tetê, quienes enfrentan desafíos personales y familiares impuestos por traumas del pasado. La narrativa, ambientada en un pequeño pueblo ficticio del interior de Minas Gerais, explora emociones complejas y la búsqueda de superación mientras cada una de las hermanas lidia con sus cicatrices de maneras únicas. La novela, marcada por la sensibilidad del autor, retrata cómo el dolor, la pérdida y la reconciliación configuran el proceso de redefinición de la vida, ofreciendo un reflejo de la realidad de muchos que, incluso fuera de su “hábitat ideal”, siguen adelante.
Elegiste la metáfora del «pez fuera del agua» para establecer el tono emocional del libro. ¿Qué te llevó a utilizar este sentimiento de desplazamiento como punto de partida para la historia de Tina y sus hermanas?
La idea inicial del libro era contar una historia de superación, de redescubrimiento de uno mismo, y el uso de metáforas es una rica estrategia para componer cualquier narrativa. Cuando decidí que uno de los personajes sería un ex nadador , llegué a la conclusión de que la metáfora del «pez fuera del agua» sería perfecta.
A lo largo de la novela, presenta el dolor y los nuevos comienzos de tres mujeres marcadas por diferentes formas de trauma. ¿Cómo fue para usted el proceso de dar voz y profundidad emocional a estas experiencias tan íntimas?
Para mí todo el proceso de creación y escritura fue nuevo. Específicamente en las partes donde era necesario narrar los sentimientos de los personajes, intenté hacer una especie de “ejercicio de empatía” tratando de experimentar cómo me sentiría si la situación narrada me estuviera sucediendo. Para mi sorpresa, esta experiencia resultó ser bastante profunda y en muchos momentos me conmovieron las situaciones vividas por los personajes.
Tina, su protagonista, vio su sueño como deportista desmoronarse ante el abuso y la frustración. ¿Cómo crees que su historia puede acoger e inspirar a los lectores que han enfrentado situaciones similares?
En primer lugar, la idea es plantear un tema incómodo: el abuso ocurre en los lugares más insospechados posibles. En segundo lugar, mostrar que cuando esto sucede, sentimientos como la culpa y la vergüenza tienden a prevalecer… así fue con Tina y terminó costándole su sueño. Sin embargo, la idea es demostrar que no siempre tiene que ser así. Por difícil que sea (y ciertamente es extremadamente difícil, como lo demuestra la experiencia de Tina), enfrentar el trauma con la ayuda de otras personas confiables puede ser una forma y una alternativa menos cruel que atravesar situaciones similares.
La ambientación en una ciudad ficticia del interior de Minas Gerais tiene un encanto nostálgico y, al mismo tiempo, universal. ¿Por qué fue importante este escenario para ti a la hora de construir el viaje de los personajes?
La idea de crear una ciudad ficticia fue influenciada por uno de mis escritores favoritos, Erico Verissimo (ciudad de Santa Fé, en El tiempo y el viento / Ciudad de Antares, en Incidente en Antares), y confieso que me resultó cómodo utilizar un escenario ficticio porque gané más libertad para crear. El contraste entre esta pequeña ciudad del interior de Minas Gerais, con la capital del estado y con Boston, es fundamental para componer la saga de superación y exploración vivida por los personajes.

Las hermanas tienen trayectorias diferentes —una ingeniera, otra médica y otra nadadora— pero comparten ausencias y heridas. ¿Cómo ves la fortaleza de los lazos familiares aún cuando hay dolor, silencio y desacuerdo?
La idea era mostrar el poder de las relaciones femeninas, que en este caso también eran relaciones familiares. Creo mucho en ambas cosas. En mi vida personal, siempre he contado con mucho apoyo familiar que me ha ayudado a superar muchos de los obstáculos a los que me he enfrentado, y también he contado con el apoyo de muchas mujeres valientes que me han servido de inspiración. Quizás el rayo de esperanza que aporta el libro es demostrar la fuerza que existe en este tipo de relaciones.
En muchas escenas, el café aparece como símbolo de compartir, de pausa e incluso de revelación. ¿Recuerdas un momento personal en el que una simple conversación tomando un café también te transformó?
Como buen mineiro que soy, las conversaciones en la mesa del café siempre han estado presentes en mi vida. El tema del libro en sí surgió cuando, tomando un café por la tarde con mi madre y mis hermanas, pensé: «¿por qué no tener la historia de tres hermanas como tema central del libro?».
Como ex deportista amateur, aportaste a la narrativa la experiencia del cuerpo, la disciplina y la frustración en el deporte. ¿Cuánto de tu propia historia hay en las páginas de Under the Aquarium?
Incluir el deporte en la narrativa fue una manera de “darle mi firma” al libro, ya que he sido corredor y triatleta durante 16 años. Los pasajes en los que menciono el entrenamiento, la disciplina y la ansiedad son ciertamente pasajes en los que hablo con autoridad como alguien que ha pasado por situaciones similares, aunque en otra modalidad.
Su libro toca temas delicados como el abuso, el alcoholismo y el duelo, pero aún así ofrece esperanza. ¿Qué espera que el lector se lleve consigo al cerrar el libro?
La idea siempre fue que el libro retratara historias de la vida real, y la vida real (de todas las personas) está permeada por estos temas difíciles, que a menudo son tratados como tabú. En mi construcción busqué acercar estos temas sensibles de una manera liviana, para que la gente pudiera identificarse con ellos, pero al mismo tiempo entender que los obstáculos no significan falta de esperanza. El objetivo siempre ha sido mostrar que, aunque la vida es un «cuento de hadas», existen formas alternativas de escapar de la frustración total.
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